Los Acuerdos de la Mesa Redonda fueron unas conversaciones hechas en Varsovia, Polonia, del 6 de febrero al 4 de abril de 1989. El gobierno socialista inició la discusión con el Sindicato Solidaridad (en polaco Solidarność) y otros grupos de oposición en un intento para desactivar el creciente malestar social. Las consecuencias fueron la celebración de las primeras elecciones generales libres desde la Segunda Guerra Mundial, el 4 de junio del mismo año, y la toma de posesión el 24 de agosto del sindicalista Tadeusz Mazowiecki como Primer Ministro, el primero no comunista desde 1948.[1][2][3]
Historia
Tras las huelgas de fábricas de inicios de la década de 1980 y la subsecuente formación del movimiento Solidaridad bajo el lideazgo de Lech Wałęsa la situación política en Polonia estaba relajada. En un intento del gobierno para parar los sentimientos anticomunistas el movimiento ganó mucho en ese momento. En adición fue el miedo a un estallido social esperara a un mal político y una inflación galopante de los estándares polacos y se degeneró públicamente en furia y frustración; la Ley Marcial en Polonia (1980-1983) ilegalizó a Solidaridad encarcelando a sus líderes. En 1988 las autoridades decidieron discutir seriamente con la oposición.[4]
En septiembre del mismo año, cuando una ola de protestas estaba próxima a terminar, hubo una reunión secreta que incluyó entre otros al líder opositor Lech Wałęsa y el Ministro del Interior Czesław Kiszczak. Ellos acordaron formar la celebración de las conversaciones de la “Mesa Redonda” -llamadas así por la mesa redonda de las negociaciones- en el futuro cercano para planear el curso de acción en el país. Las negociaciones comenzaron el 6 de febrero de 1989 a las 9:23 p. m. entre las facciones de la opositora Solidaridad y del gobierno en la Oficina del Consejo de Ministros, en la capital Polonia, y las reuniones fueron codirigidas por Wałęsa y Kiszczak.[5]
Los comunistas del Partido Obrero Unificado de Polonia (POUP), liderados por el general Wojciech Jaruzelski, esperaban para cooperar con los prominentes líderes opositores entre el grupo dirigente sin mayores cambios en la estructura de poder político.