Una montaña es una eminencia topográfica ( elevación natural de terreno ) superior a 700 m respecto a su base. Las montañas se agrupan, a excepción de los volcanes, en cordilleras o sierras. Las montañas cubren 53 % de Asia, 58 % de América, 25 % de Europa, 17 % de Australia y 3 % de África. En total, un 24 % de la litosfera constituye masa montañosa. Un 10 % de la población mundial habita en regiones montañosas. Todos los ríos mayores nacen en áreas montañosas y más de la mitad de la humanidad depende del agua de las montañas.
El origen de las montañas está en fuerzas endógenas (orogénesis: oro = « montaña », génesis = «origen»), posteriormente modificadas por factores exógenos, como la erosión. Las orogénesis que han dejado más huellas en el relieve y en la configuración actual de los continentes derivan del plegamiento herciniano, en la Era Primaria, y del plegamiento alpino, en la Era Terciaria. En la Era Cuaternaria las glaciaciones han erosionado las cadenas montañosas, dando lugar a muchos de los paisajes montañosos característicos. Un ejemplo de formación montañosa terciaria es la Cordillera de los Andes.