El estatus de la parte oriental de la ciudad, conquistada en 1967 por Israel, se encuentra disputado, ya que en este sector —referido habitualmente como Jerusalén Este o Jerusalén Oriental, que incluye la Ciudad Vieja— es donde el Estado de Palestina pretende establecer su capital. Israel discute las reclamaciones palestinas y, tras la Guerra de los Seis Días, considera la ciudad como un todo unificado y un mismo municipio, declarándola como su capital "eterna e indivisible" mediante la Ley de Jerusalén en 1980. Esta anexión ha provocado un amplio rechazo en la comunidad internacional, materializado en la resolución 478 del Consejo de Seguridad de la ONU, que la consideró contraria al Derecho Internacional,[6] y en señal de protesta por este acto unilateral los Estados miembros de las Naciones Unidas acabaron por trasladar sus embajadas a Tel Aviv, tal como pedía la resolución.
Jerusalén fue habitada por los jebuseos antes de la llegada de las tribus hebreas a Canaán a principios del siglo XIII a. C. Históricamente, y según la tradición, fue la antigua capital del Reino de Israel y del Reino de Judá, y siglos más tarde del reino franco de Jerusalén.[7]
La Ciudad Vieja de Jerusalén fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1981.
El origen preciso del nombre hebreo (יְרוּשָׁלַיִם Yerushalayim) es incierto y los académicos ofrecen distintas interpretaciones. Algunos afirman que procede de las palabras hebreas yeru (ירו), ( casa ) y shalem o shalom (שלם', paz ), por lo que Jerusalén significaría literalmente « casa de la paz ».[8] Otra interpretación dice que podría hacer referencia a Salem, un antiguo nombre de la ciudad, que aparece en el Génesis.[9]
El nombre árabe es Al-Quds (القدس), que significa lo sagrado, o más raramente Bayt al-Maqdes (بيت المقدس), Casa de lo Sagrado.