Fresco - rompecabezas en línea
Un fresco (del italiano affresco)[1] es una pintura realizada sobre una superficie cubierta con dos capas de mortero de cal, la primera (arricio) de mayor espesor, con cal apagada, arena de río y agua, y la segunda ( intonaco ) más fina formada por polvo de mármol, cal apagada y agua, sobre la que se van aplicando los pigmentos, cuando todavía esta última capa está húmeda, y por jornadas (giornate, al plural; giornata al singular), de ahí su nombre. Destacan las decoraciones de la Capilla Sixtina hechas por Michelangelo Buonarroti.
El fresco se ejecuta en jornadas de trabajo de 8 horas, ya que la cal en un periodo de 24 horas comienza su proceso de secado y no admite más pigmentos. Por ello algunos acabados se realizaban en seco, con temple, es decir, aglutinados con cola. A esa técnica se la conoce como fresco seco.
Fases
La realización de un fresco se desarrolla en tres fases: arriccio (soporte), intonaco, aplicación de pigmento ( color ).
El soporte, de piedra o ladrillo, debe estar seco y nivelado. Antes de la fase de intonaco, se prepara con una capa llamada arriccio ejecutada con mortero de cal apagada y arena, de un centímetro de espesor aproximadamente, con el fin de dejar la superficie lo más lisa posible. En algunos casos se puede encontrar entre el soporte y el arriccio, una primera capa trullisatio cuyo fin es el de regularizar la superficie de soporte, aportando más humedad para evitar que se sequen con demasiada rapidez las capas sucesivas.
Sobre el arriccio se pinta la sinopia, que es el dibujo lineal transferido desde los cartones de diseño, que han sido perforados en sus líneas, y estarcidos con tierras sobre la superficie del arriccio, de forma que se puedan ir marcando y tendiendo las distintas giornate de intonaco.