Droga, según la Organización Mundial de la Salud es un:
Este término también se utiliza en el ámbito de la medicina y farmacología, como sinónimo de «principio activo» o fármaco, tal como refleja la definición de la OMS. Sin embargo, otros autores señalan que «droga» es el término adecuado para referirse a una sustancia usada sin fines terapéuticos, autoadministrada y con potencial de abuso o dependencia, o que produce placer.[2][3][4][5][6]
La gran mayoría de sustancias hoy conocidas por su uso recreativo se dieron a conocer en primer lugar en el ámbito clínico (médico), como el opio y la marihuana. También fue el caso del LSD,[11][12] la MDMA,[13] o la cocaína.[14] La categorización de algunas sustancias como medicamento o como "droga" ha ido variando en diferentes periodos de la historia según diversos factores sociales, culturales y científicos.
Las drogas más consumidas del mundo son el alcohol, la nicotina y la cafeína, legales en la gran mayoría de países,[15] además de otras sustancias generalmente ilegales como derivados de los opiáceos y las anfetaminas.[16] La consideración del azúcar como «droga adictiva» está sujeto a debate científico, en el contexto de los trastornos de la conducta alimentaria.[17][18][19][20][21]
Las drogas pueden causar efectos negativos, en mayor o menor intensidad, adicción y efectos secundarios.[22]
[16][22] Muchas drogas son ilegales, prohibiéndose su uso incluso para ensayos clínicos u otras aplicaciones médicas; existen tratados internacionales, como la Convención Única sobre Estupefacientes, que prohíben ciertas sustancias de forma global.
Desde su ilegalización a mediados del siglo XX, ciertos países, destacando los Estados Unidos, y más recientemente México y Filipinas, iniciaron la llamada «guerra contra las drogas» destinada a combatir el narcotráfico y la delincuencia organizada surgida de la prohibición de estupefacientes.[23] El criterio para prohibir las drogas no está correlacionado con su potencial de daño[24] y algunos científicos lo consideran arbitrario.[25]