El catolicismo define así a Dios Padre :(La Trinidad) es todo. Nada está fuera de Él y todo está dentro de Él. En el principio era el Verbo y frente a Dios era el Verbo y el Verbo era Dios. Ya que Él estaba frente a Dios al principio. Por Él se hizo todo y nada llegó a ser sin Él. Lo que llegó a ser tiene vida en Él.[1]
Dios Padre es el creador del mundo según la Biblia, y revela su paternidad cuando envía a Moisés a pedir la liberación del pueblo de Israel de la esclavitud de Egipto : Así habla el Señor : Israel es mi hijo primogénito. Yo te mando que dejes a mi hijo ir.[2]
En la Biblia se le nombra de diversas maneras, destacándose la ternura con que Jesús le llama abba (‘ papá ’). Este amor y ternura son recíprocos, tal como puede leerse en el libro de los Salmos : Como un padre siente ternura por sus hijos, siente el Señor ternura por sus fieles.[3]
Muchas veces se han generado controversias respecto a la aproximada representación material y física de Dios Padre, ni el judaísmo ni el islamismo admiten dicho tipo de representaciones que son consideradas [[idolatría].[4][5][6]
Con el catolicismo reaparece la representación de la figura humana a imagen y semejanza de Dios Padre y de su Hijo único Jesucristo. El cristianismo en primer lugar, y el arte del mundo moderno después, fueron los lugares donde se mezcló la imagen sensible de una forma y la presencia de Dios.[6]
Por eso los artistas católicos representan la imagen de Dios Padre como la de un hombre de barbas y cabellos blancos, vestido a menudo con una enorme túnica blanca, como así también se dimensiona el tamaño de su figura, suponiendo que se trata de una figura antropomórfica gigantesca, dueño y señor del cielo, de la tierra y de todo lo visible e invisible.