Los crannogs fueron utilizados como vivienda —presumiblemente de una sola unidad familiar— durante más de cinco milenios, desde el Neolítico Europeo hasta el siglo XVII/principios del XVIII, aunque en Escocia actualmente no hay evidencias convincentes en el registro arqueológico de la Edad del Bronce Antigua y Media. Las primeras determinaciones de radiocarbono obtenidas de sitios clave como Oakbank en el Loch Tay y Redcastle, en el Beauly Firth, se acercan a la transición de la Edad del Bronce tardía y la Edad de Hierro Temprana. A lo largo de su historia, los crannogs que se han conservado han tenido múltiples usos: haciendas de granjeros, símbolo de riqueza, refugio en tiempos adversos, puestos de caza y pesca e incluso residencias vacacionales.
Los crannogs se han realizado de diversas maneras como estructuras de madera independientes, como en Loch Tay, aunque con mayor frecuencia existen como montículos de maleza, piedra o madera que pueden estar revestidos con pilonas de madera hincadas en el lecho lacustre. Sin embargo, en áreas como las Hébridas Exteriores de Escocia, la madera no estaba disponible desde el Neolítico en adelante. Como resultado, son comunes allí los crannogs hechos completamente en piedra seca. Hoy en día, los crannogs aparecen generalmente como pequeños islotes circulares, a menudo con diámetros de 10-30 m, cubiertas de densa vegetación debido a su inaccesibilidad al ganado.
La voz irlandesa moderna crannóg (adaptada al castellano como crannog) deriva del irlandés antiguo crannóc, que se refería a una estructura o embarcación de madera, cuya raíz crann significa « árbol », a la que se añade el sufijo diminutivo (-óc). Con este significado aparece hasta el siglo XII y perdura a lo largo de la Edad Media, cuando comienza a tener la acepción de isla (isle, ylle, inis, eilean, oileán).