Constantinopla - rompecabezas en línea
Constantinopla (en griego antiguo : Κωνσταντινούπολις, Kōnstantinoúpolis, abreviado como en griego medieval ἡ Πόλις, í Pólis, 'La Ciudad '; en latín Cōnstantinōpolis, en turco otomano formal Konstantiniyye) es el nombre histórico de la actual ciudad de Estambul (en idioma turco İstanbul), situada a ambos lados del Estrecho del Bósforo en Turquía, y que fue capital de distintos imperios a lo largo de la historia : del Imperio romano (330-395), del Imperio romano de Oriente o Imperio bizantino (395-1204 y 1261-1453), del Imperio latino (1204-1261) y del Imperio otomano (1453-1922), que empezó con la Caída de Constantinopla y terminó con la Ocupación de Constantinopla.
Estratégicamente situada entre el Cuerno de Oro y el mar de Mármara en el punto de encuentro de Europa y Asia, la Constantinopla bizantina fue baluarte de la Cristiandad y heredera del mundo griego y romano.[cita requerida] A lo largo de la Edad Media fue la mayor y más rica ciudad de Europa [cita requerida], y conocida como « la Reina de las Ciudades » (Basileuousa Polis). Por otra parte, fue llamada la Encrucijada del Mundo, pues era el nexo de comercio entre Asia, Europa y África (marítimo).
Dependiendo de sus gobernantes y el momento histórico, ha tenido diferentes nombres; entre los más comunes están Bizancio (en griego Byzantion), Stamboul o Nueva Roma (en griego Νέα Ῥώμη, en latín Nova Roma ), este último un nombre más eclesiástico que oficial. Fue conocida por la Guardia Varega con el nombre de Miklagarðr ( Gran Ciudad ). Fue rebautizada oficialmente Estambul ( su nombre actual ) en 1930 mediante la Ley Turca de Servicio Postal, una de las reformas nacionales impulsadas por Atatürk.
Constantino el Grande, fundador de la ciudad
En el año 324 Constantino I el Grande, el emperador que fundaría la ciudad de Constantinopla sobre la antigua ciudad de Bizancio,[1] vence al coemperador romano Licinio (Flavio Valerio Licinio Liciniano 250-325), transformándose en el hombre más poderoso del Imperio Romano. En ese contexto decidió convertir la ciudad de Bizancio en la capital del Imperio, comenzando los trabajos para embellecer, recrear y proteger la ciudad. Para ello utilizó más de cuarenta mil trabajadores, la mayoría esclavos godos.
Después de seis años de trabajos, hacia el 10 de mayo de 330, y aún sin finalizar las obras —se terminaron en 336— Constantino inauguró la ciudad con unos ritos tradicionales, que duraron 40 días.