El nombre “ borsch ”, puede provenir del término en antiguo eslavo бърщь relacionado con el nombre борщівник (borschivnyk) del Heracleum, planta cuyas hojas despiden un olor muy fuerte que sobresale sobre los demás; probablemente por ello tomó su nombre.Otra teoría es que es una variante de пастернак (“pasternak”), otra planta, muy parecida a la zanahoria, pero de color blanco marfil, llamada en español “pastinaca” o “ chirivía ”; se utilizó como base alimenticia antes de la llegada de la patata, y aún es un ingrediente importante.Y la tercera probabilidad es que viene de la misma raíz que la palabra буряк (“buryak”) que es el nombre de la remolacha, el ingrediente más representativo hoy en día, aunque es de más reciente introducción.
Existen dos principales variantes de este plato, a los que se refiere generalmente como borsch frío y caliente. Ambos se sirven con remolacha (betabel) pero se sirven y se preparan de forma diferente.
El borsch caliente es el más popular y es la sopa que contiene una mayor cantidad de ingredientes opcionales. Dependiendo de la gastronomía puede incluir diferentes verduras (judías, col, zanahoria, patatas, cebollas, o tomates), setas y carnes ( pollo, cerdo o ternera). En este caso es más similar a un cocido que a una sopa.
El borsch frío suele comerse en diversas culturas, como en la judía de origen europeo ( Lituania, Rusia y Ucrania ) donde es muy común esta modalidad. El borsch frío es a menudo servido como una sopa dulce, que consiste en rodajas de remolacha cocinadas en caldo, opcionalmente con zumo de limón, cebolla picada y algo de azúcar. Se sirve el caldo con los pedazos de remolacha, a menudo con alguna patata cocida y algo de crema ácida que pone un contraste con la dulzura de la sopa.