Por lo general los prados mesofíticos crecen en regiones húmedas y no muy frías, en las que apenas existe sequía, bajo el dominio de los bosques caducifolios o aciculifolios. Los prados forman ecosistemas creados como consecuencia de la actividad humana consistente en una economía rural basada en la ganadería, manteniendo la vegetación en un estado de subclímax, gracias a la alternancia de siega y pastoreo; estas actuaciones alternantes se complementan frecuentemente con otros cuidados como enmiendas calizas, o fertilización orgánica o mineral.
Están formados por plantas herbáceas verdes perennes de escasa altura y de raíces poco profundas, que forman un tapizado denso, constituyendo un tupido, muy diverso y continuo césped. La flora herbácea vivaz predominante en los prados son las gramíneas : holco lanudo (Holcus lanatus), dactico (Dactylis glomerata), Festuca arundinacea, agrostis común (Agrostis tenuis), cola de perro (Cynosurus cristatus), Poa trivialis, poa de los prados (Poa pratensis), raigrás inglés (Lolium perenne); Festuca rubra; leguminosas: trébol violeta (Trifolium pratense), Lotus corniculatus, trébol blanco (Trifolium repens), loto o cuernecillo; compuestas: Thrincia hirta, Thrincia hispida, garbanzón (Centaurea nigra), diente de león (Taraxacum officinale), Linum bienne, y plantas de otras familias botánicas: primavera (Primula vulgaris), llantén (Plantago lanceolata) o Cardamine pratensis, entre otras especies, hasta un total en torno a cien especies pratenses.
Posee una gran potencia productiva que va en dependencia del estado de mucha excitación hidrica de éstas y sobre todo de la disponibilidad de nutrientes, en especial el nitrógeno. El periodo vegetativo y de pastoreo de estos espacios varía en función del frío y la duración del período seco estival. La biodiversidad de esta comunidad vegetal depende de la intensidad del aprovechamiento en relación a la producción. Tanto si se aprovechan con gran intensidad y frecuencia como si se hace el aprovechamiento de forma incompleta, la biodiversidad tiende a reducirse, empobreciéndose grandemente tanto la flora, como la fauna asociada.
En ciertos lugares geográficos la vegetación de estos ecosistemas ha alcanzado un estado clímax, siendo prados naturales.