El deseo es la consecuencia final de la emoción inducida en origen por la variación del medio. La cadena causa-efecto que le corresponde es la siguiente: Emoción → Sentimiento → Deseo.
A cada deseo le precede un sentimiento, se puede decir que al deseo sexual le precede un sentimiento de atracción: Las normas sociales actuales hacen imposible que esta frase sea de uso cotidiano, sobre todo por el miedo al rechazo. No obstante, el deseo —sea del tipo que sea— y su satisfacción, forman parte de la naturaleza humana.[cita requerida] Satisfacer los deseos de forma adecuada implica el uso de la empatía para evitar agredir, y en consecuencia, provocar respuestas violentas en personas que, adecuadamente estimuladas, accederían sin problemas.
Cupiditas
Cupiditas es una palabra en latín que significa deseo, sentimiento que motiva la voluntad de querer poseer el objeto que se desea. El deseo es alimentado por uno o varios sentimientos y/o necesidades, llevando al individuo a diferentes estados de conciencia emocional. En algunos casos el individuo guiado por las emociones obtiene lo que desea sin importar las consecuencias de las acciones realizadas, en otros el deseo impulsa al individuo a hacer grandes sacrificios desinteresados para satisfacer esa necesidad, cuando no se obtiene lo deseado el fracaso lo lleva a un estado de frustración e insatisfacción existencial, pero cuando lo obtiene una sensación de satisfacción y plenitud crea un estado de felicidad emocional.
La cupiditas en San Agustín
Según Agustín de Hipona, la determinación originaria del ser consiste en el retorno al Creador. Dicho retorno se realiza a través del amor al mundo, lo cual según San Agustín no es una elección, pues el mundo está siempre ahí y es natural amarlo. Según San Agustín, " no hay nadie que no ame; pero sí hay quien se pregunta qué amar".
Copyright 2024 puzzlefactory.com Reservados todos los derechos.