El vino de fruta es producido en países en los cuales el clima dificulta o imposibilita el cultivo de la vid y, en cambio, permite la producción de frutas fermentables. Hay dos grandes variedades: los de zonas frescas y los de zonas cálidas
Se producen principalmente en Centroamérica, Gran Bretaña, Alemania y zonas frescas de Estados Unidos. Los principales son:
Vino de cereza ( no debe confundirse con el licor kirsch)
Vino de arándano
Vino de mora
Vino de frutilla
Vino de fresa
Vino de cajuil
Los principales son:
Vino de Maracuyá
Vino de Pomelo
Vino de Mango
Vino de piña o Vino de ananá
Vino de mamón
Vino de aguacate
Vino de naranja
Vino de nance
Los vinos de fruta en cuba se remontan hasta la época de la conquista, cuando los españoles al no tener la vid comenzaron a fermentar frutas de alto contenido de azúcar que se encontraban en la localidad, al igual que el ron de caña.
El poeta y héroe independentista cubano José Martí, publicó un ensayo («Nuestra América »), publicado el 1 de enero de 1891 en la Revista Ilustrada de Nueva York, donde plasma el pensamiento «El vino, de plátano ; y si sale agrio, ¡ es nuestro vino !»
Aunque se suele preparar del zumo de frutas con algo de azúcar añadido, esta bebida en Cuba se prepara de un 5 % a 10 % de fruta, 30 % de endulzantes y el resto de agua ; diferente a como se prepara el vino de plátano en Las Islas Canarias que para 1 litro de vino se emplean alrededor de 8 kg de esta fruta, sin agregarle endulzantes.
Casi siempre son elaboradas en casas acomodando un espacio para producir y almacenar el vino. Se fermenta durante 45 días en garrafones de cristal de 20 litros, o en barriles plásticos de 60, 120 y hasta 240 litros de capacidad.
El sabor es muy afrutado y puede ser, seco, semiseco, dulce, semidulce; de colores transparentes, dorados, amarillos, oscuros,tintos, rosados, y algunos hasta los hacen espumosos. Se puede elaborar de infinidad de frutas, flores, verduras.