Con el DSM-V, el trastorno por estrés postraumático y el trastorno por estrés agudo, previamente considerados trastornos de ansiedad, fueron reclasificados a una nueva categoría, los trastornos relacionados con traumas y factores de estrés.[4] El trastorno obsesivo-compulsivo, también otrora trastorno de ansiedad, pasó a formar parte de la clasificación «trastorno obsesivo-compulsivo y trastornos relacionados».[5][3]
Las condiciones ahora consideradas como trastornos de ansiedad llegaron bajo la égida de la psiquiatría hacia el final del siglo XIX. Gelder, Mayou y Geddes (2005) explican que los trastornos de ansiedad se clasifican en dos grupos: síntomas continuos y síntomas episódicos. Los criterios diagnósticos actuales psiquiátricos reconocen una gran variedad de trastornos de ansiedad. Estudios recientes, además de haber encontrado que hasta un 18% de la población estadounidense y un 20% de la población española pueden estar afectados por uno o más de estos desórdenes, han hallado que la genética encargada en propiciar la aparición y el desarrollo de estos es la misma que la involucrada en los trastornos depresivos y bipolares.[3]
El término ansiedad abarca cuatro aspectos que un individuo puede experimentar : aprehensión mental, tensión física, síntomas físicos y ansiedad disociativa. Cada uno tiene sus propias características y síntomas y requieren tratamientos diferentes.[6] Las emociones presentes en los trastornos de ansiedad van desde el simple nerviosismo a episodios de terror o pánico.[7] Cuestionarios clínicos estandarizados de detección, tales como la Escala de Ansiedad Manifiesta de Taylor o la Zung Self-Rating Anxiety Scale, pueden utilizarse para detectar los síntomas de ansiedad y sugieren la necesidad de una evaluación formal para el diagnóstico de un trastorno de ansiedad.
El trastorno de ansiedad generalizada (TAG) es un trastorno crónico común caracterizado por ansiedad de larga duración y que no se centra en algún objeto o situación particular, al contrario que en las fobias. Las personas que padecen de ansiedad generalizada experimentan miedos y preocupaciones persistentes no específicos, muy focalizados en asuntos cotidianos. El trastorno de ansiedad generalizada es el trastorno de ansiedad más común que afecta a adultos mayores. La ansiedad puede ser un síntoma secundario al abuso de medicamentos o sustancias, y los profesionales médicos deben ser conscientes de ello.