Suculenta - rompecabezas en línea
Las plantas suculentas o crasas (del latín suculentus, 'muy jugoso') son aquellas en las que algún órgano o parte se ha modificado en una nueva especialización que permite el almacenamiento de agua en cantidades mucho mayores que en el resto de las plantas. "Son partes con gran proporción de tejido parenquimático que puede almacenar grandes cantidades de agua." Esta adaptación les permite mantener reservas de agua durante períodos prolongados y sobrevivir en entornos áridos y secos que otras plantas encuentran inhabitables. Las partes suculentas son un tipo de órgano reservante, ya que sus reservas las independiza de un período de estrés predecible. El ejemplo más típico de suculencia es el de los tallos de los cactus del Nuevo Mundo, las euforbiáceas de África poseen la misma adaptación en sus tallos y comúnmente se las confunde con cactáceas. Ejemplos de hojas suculentas se encuentran en Aloe, Agave, y en las crasuláceas.
Las suculentas no están genéticamente relacionadas entre sí, sino que han desarrollado independientemente rasgos similares en un proceso de evolución convergente.
La adaptación de las suculentas les permite colonizar entornos áridos o en los que la captación de agua es limitada, aquellos que reciben poca competencia por parte de otras especies vegetales y en los que los herbívoros son escasos. Para posibilitar la captación de la escasa humedad presente en el ambiente, muchas suculentas son pubescentes, es decir, presentan una superficie cubierta de pelillos que retienen el rocío matutino. Otras técnicas empleadas para maximizar la retención de la humedad son la reducción de la superficie en comparación con el volumen de la planta, con lo cual se limita el número de ramificaciones y la longitud de estas, así como el desarrollo de recubrimientos pruinosos en la superficie de hojas y tallos.
Los cactus presentan las hojas modificadas como espinas y los tallos suculentos y fotosintéticos.