El enfriamiento rápido del magma o lava que se torna en roca volcánica hace que se formen muchos cristales pequeños, también llamados microcristales o granos finos, en estas rocas. El enfriamiento rápido también puede formar rocas volcánicas compuestas total o parcialmente de vidrio. Las rocas volcánicas más comunes en la Tierra son el basalto seguido por la andesita. Otras rocas volcánicas son la riolita, la dacita y la traquita para mencionar unas pocas.
Las rocas volcánicas constituyen una pequeña parte de las rocas que se originan a partir de magma. Se estima que durante el Cenozoico se han generado un promedio anual de 3.7 a 4.1 km³ de rocas volcánicas en la Tierra, una cantidad bastante menor a los 22.1 a 29.5 km³ de rocas plutónicas que se creen haber formado en promedio anualmente en el mismo lapso de tiempo.
Las rocas volcánicas pueden dividirse entre las que no tienen cristales visibles a simple vista, es decir tienen textura afanítica, y las que tienen cristales visibles a simple vista, es decir de textura fanerítica. Cuando hay grandes cristales (fenocristales), que destacan en la matriz, se denomina textura porfírica o porfídica.
La diferenciación del magma del que proceden las rocas volcánicas produce que su composición química pueda variar gradualmente en su ascenso hacia la superficie, dando lugar a diferentes rocas volcánicas. A su vez, las diferencias inicales de composición de los magmas, la asimilación de rocas encajantes, o la mezcla de magmas, dan lugar a que estos procesos de diferenciación sigan tendencias diferentes. Así se establecen tres series ígneas principales:
Serie toleítica: parte de basaltos toleíticos, con poca diferenciación magmática debido a la formación de los magmas primarios a poca profundidad. Es típica de las dorsales oceánicas y de las mesetas basálticas o traps.
Serie alcalina: parte de basaltos alcalinos, que por diferenciación producen traquibasaltos, traquitas, fonolitas y riolitas. La proporción de silicio, sodio y potasio va aumentando durante la evolución magmática. Son rocas relativamente poco abundantes, típicas del vulcanismo intraplaca.