Se formó en Toulouse con el flamenco M. Luquet, quien le aconsejó ir a España para trabajar en la decoración escultórica del Palacio Real Nuevo, cosa que hizo en 1740. Desde entonces y hasta su muerte, exceptuando algunas estancias en Álava, – de donde era natural su mujer, Rosa Ballerna– residió en Madrid, ciudad en la que se encuentran la mayoría de sus obras documentadas.
El mismo año de su inauguración, 1752, fue nombrado profesor de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, a la cual estuvo muy vinculado. Desde 1763 fue director de escultura y en 1785 fue nombrado director de la Academia. En 1775 ocupó el puesto de primer escultor de cámara del Rey.
Michel participó en la decoración escultórica del Palacio Real de la capital, formando parte del grupo de artistas, dirigidos por Juan Domingo Olivieri y Felipe de Castro, a los que les fue encomendada esta tarea. Para el Palacio, realizó las estatuas de los reyes Teudis, Teodomiro, Alfonso IX, Bermudo III, Sancho I de León y Fernando II. Fue asimismo el autor de dos medallones para el corredor, un león para la escalera principal y la monumental estatua de Carlos III que adorna el arranque de esta última.
También en Madrid esculpió los leones de la Fuente de Cibeles; los trofeos militares, cabezas de leones, cornucopias y ángeles de la Puerta de Alcalá; la Virgen del Carmen en una hornacina de la fachada de la Iglesia de San José ; las figuras en mármol blanco de la Caridad romana y la Fortaleza de la fachada de la Basílica de San Miguel ; los ángeles y querubines de la iglesia de san Marcos y los tritones de las fuentes del Paseo del Prado.
Para la Capilla Palafox de la Catedral de la Asunción de El Burgo de Osma ( Soria ) labró una imagen de la Inmaculada. Por encargo de Carlos III, en 1767 esculpió en jaspe y mármol el mausoleo del Conde de Gajes, actualmente en el claustro de la Catedral de Pamplona.