Nación - rompecabezas en línea
Una nación en sentido amplio es una comunidad histórico-cultural con un territorio que considera propio y que se ve a sí misma con un cierto grado de conciencia diferenciada de los otros. El sentido moderno de nación nace en la segunda mitad del siglo XVIII, tanto en su concepción de «nación política» o «cívica», como conjunto de los ciudadanos en los que reside la soberanía constituyente del Estado, como en su concepción de «nación orgánico-historicista» o «esencialista», como una comunidad humana definida por una lengua, unas raíces, una historia, unas tradiciones, una cultura, una geografía, una «raza», un carácter, un espíritu (Volkgeist),… específicos y diferenciados.[1][2] Por otro lado, en sentido laxo, nación se emplea con variados significados: Estado, país, territorio o habitantes de ellos, etnia, pueblo y otros.
Etimología
La palabra nación es un préstamo (s. XV) del latín natio, nationis, 'lugar de nacimiento', 'pueblo, tribu, raza'. De la familia etimológica de nacer (V.).
[3]
Definición
El debate sobre el concepto de «nación»
Modernistas frente a perennialistas
El concepto de nación ha sido definido de maneras diferentes por los estudiosos sin que se haya llegado a un consenso al respecto.[4][5][6][7] Sobre la naturaleza y el origen de la nación, lo que implica una determinada definición de la misma, existen dos paradigmas contrapuestos y excluyentes: el modernista o constructivista, que define la nación como una comunidad humana que ostenta la soberanía sobre un determinado territorio por lo que antes de la aparición de los nacionalismos en la Edad Contemporánea no habrían existido las naciones —la nación sería una «invención» de los nacionalismos—; y el perennialista o primordialista que define la nación sin tener en cuenta la cuestión de la soberanía y que defiende, por tanto, que las naciones existieron antes que los nacionalismos, hundiendo sus raíces en tiempos remotos —así sería la nación la que crea el nacionalismo y no a la inversa—.[8][9][10][11][12]
Anthony D. Smith ha resumido así las dos concepciones de la nación, la de los modernistas o constructivistas y la de los perennialistas o primordialistas:[13]
En un análisis más pormenorizado Anthony D. Smith enumera las siguientes siete diferencias entre los dos paradigmas:[14]
Diversas definiciones de «nación»
Anthony D. Smith, que defiende una posición intermedia entre modernistas y perennialistas que denomina etno-simbolismo,[15] define la nación de la siguiente forma: «una comunidad humana con nombre propio, asociada a un territorio nacional, que posee mitos comunes de antepasados que comparte una memoria histórica, uno o más elementos de una cultura compartida y un cierto grado de solidaridad, al menos entre sus élites».[16]
Según el modernista Benedict Anderson, una nación es «una comunidad política imaginada como inherentemente limitada y soberana».[17] Las «comunidades imaginadas» que constituyen las naciones proporcionarían a los individuos una sensación de inmortalidad que antes les proporcionaban las religiones.[18]
El también modernista Ernest Gellner critica a los perennialistas y primodialistas cuando afirma que «las naciones, al igual que los estados, son una contingencia, no una necesidad universal. Ni las naciones ni los estados existen en toda época y circunstancia». Para Gellner, «el nacionalismo engendra las naciones, no a la inversa». Pero Gellner reconoce las dificultades que plantea la definición del «elusivo concepto» de «nación» y por ello propone «dos definiciones muy provisionales, hechas para salir del paso»:[19][20]
Eric Hobsbawm, también modernista, coincide con Gellner al afirmar que no son las naciones las que crean el nacionalismo, sino a la inversa, es el nacionalismo quien «inventa» la nación.[21]
El historiador español Xosé M. Núñez Seixas, que se define como modernista, ha propuesto la siguiente definición de la nación:[22]
Partiendo de esta definición Núñez Seixas concluye «que la nación es una realidad social que existe científicamente sólo en la medida en que sus integrantes están convencidos de su existencia». Además afirma que «la aparición de la nación como fenómeno histórico se vincula plenamente a la irrupción de la Edad Contemporánea, en la fase durante la que los antiguos principios legitimadores de la soberanía y el poder (lealtades dinásticas y señoriales, identificación religiosa, criterios de vecindad jurídica...) entran en crisis desde finales del siglo XVIII y han de ser sustituidos por nuevos principios».[23]
Por su parte los también historiadores españoles José Luis de la Granja, Justo Beramendi y Pere Anguera han propuesto la siguiente definición de nación, que concuerda con las propuestas por los modernistas:[24]
Etimología y concepto de «nación» en la Edad Media
La palabra nación proviene del latín nātio (derivado de nāscor, nacer), que podía significar nacimiento, pueblo (en sentido étnico), especie o clase.[25] Escribía, por ejemplo, Varrón (116-27 a.