El término es principalmente comercializado por agencias de talento japonesas, las cuales realizan audiciones para reclutar a jóvenes con poca o directamente ninguna experiencia previa en la industria del entretenimiento, aspirantes a estrellas para ser adorados por su dulzura e inocencia. La mayoría de los cantantes idols se desempeñan en géneros como la música pop, aunque también lo hacen en el género más popular del momento, por lo que se suele decir que los idol tienen su propio estilo de música. Las canciones, generalmente, no requieren de grandes habilidades de canto del idol, puesto que gran parte de su popularidad proviene de su apariencia e imagen pública. A pesar de la popularidad de la figura de un idol, se tiende a considerarlos como músicos y actores sin "seriedad". En consecuencia de este estigma, muchas estrellas jóvenes rechazan el término de idol en su deseo de ser vistos como profesionales y no como objetos de devoción de los fanáticos. La ex-idol Akari Hayami es un ejemplo de está situación.
Muchos fanáticos japoneses de los idols femeninos tienden a verlas como hermanas pequeñas o un interés amoroso, empatizando con ellas y amando la forma en la que se presentan como jóvenes ordinarias que se han convertido en estrellas, siguiendo con entusiasmo su crecimiento en la industria del entretenimiento.
El fenómeno de los idols comenzó a principios de la década de 70, siendo un reflejo de los cada vez más materialistas y ricos jóvenes japoneses. Las adolescentes, principalmente entre la edad de 14 y 16 años, comenzaron a elevarse al estrellato. Una en particular, Momoe Yamaguchi, fue una gran estrella hasta su repentino retiro en 1980. Los idols dominaron la escena de la música pop en los años 1980; y este período es conocido como la "edad dorada de los idols en Japón ".