Junto con la bisexualidad y la heterosexualidad, la homosexualidad es una de las tres principales categorías de la orientación sexual en el continuo heterosexual-homosexual. No hay consenso entre los científicos acerca de por qué una persona desarrolla una orientación sexual determinada. Muchos científicos piensan que la naturaleza y la educación - una combinación de influencias genéticas, hormonales y ambientales- participan en causar la orientación sexual. Otros son partidarios de teorías con base biológica, que apuntan a factores genéticos, el ambiente uterino temprano, ambos, o la inclusión de factores genéticos y sociales.
No hay evidencia sustancial que sugiera que la crianza o las experiencias de la infancia temprana tengan un papel en lo que respecta a la orientación sexual ; cuando se trata del comportamiento sexual del mismo sexo, el entorno compartido o familiar no tiene ningún papel para los hombres y un papel menor para las mujeres. Pese a que algunas personas creen que la actividad homosexual es contranatural, la investigación científica ha demostrado que la homosexualidad es un ejemplo de una variación normal y natural en la sexualidad humana y no es en sí misma una fuente de efectos psicológicos negativos. La mayoría de las personas experimentan poco o ningún sentido de elección acerca de su orientación sexual y no hay pruebas suficientes para apoyar el uso de intervenciones psicológicas para cambiar la orientación sexual.
Los términos más comunes para las personas homosexuales son lesbiana para las mujeres y gay para los hombres, aunque gay también se utiliza para referirse en general a hombres y mujeres. Es difícil para los investigadores estimar de manera fiable el número de personas que se identifican como gay o lesbiana y la proporción de personas que tienen experiencias sexuales del mismo sexo debido a una variedad de razones, incluido que muchos homosexuales no se identifican abiertamente como tales debido a la homofobia y la discriminación heterosexista. Se ha observado y documentado el comportamiento homosexual en muchas especies animales no humanas.
Muchas personas gais y lesbianas están comprometidas en relaciones del mismo sexo, aunque solo recientemente las formas de censo y las condiciones políticas han facilitado su visibilidad y enumeración. Estas relaciones son equivalentes a las relaciones heterosexuales en aspectos psicológicos esenciales. Las relaciones y actos homosexuales han sido admirados, así como condenados, en toda la historia registrada, dependiendo de la forma que tomaron y la cultura en la que se produjeron.
Actualmente, el anglicismo gay se refiere a un individuo homosexual masculino ; ha venido a sustituir términos castellanos malsonantes u ofensivos (vg. cueco, culero, invertido, marica, maricón, puto, sarasa y sodomita; entre otros). Muchos de los conceptos relativos a la orientación sexual (heterosexualidad, homosexualidad, bisexualidad, transexualidad, etc.) se confunden a veces entre sí, sobre todo por falta de información.[cita requerida]La homosexualidad femenina se llama también lesbianismo o lesbianidad (calidad de lesbiana ). Los adjetivos correspondientes son lésbico(s) y lésbica(s). Este término proviene de la isla de Lesbos en Grecia y de la poetisa Safo, a quien sus poemas apasionados, dedicados a sus amigas, y la vida rodeada de otras mujeres le valió la reputación de homosexual.
La terminación -ismo se considera a veces como peyorativa, tal como sucede con la palabra homosexualismo. Este sufijo tiene numerosas definiciones, que van desde «partidario de...» hasta « enfermedad de...», como en el caso de gigantismo.