gallina de la madera - rompecabezas en línea
Polvo de Gallina Negra fue un grupo de arte feminista fundado por las artistas visuales no objetuales Maris Bustamante y Mónica Mayer en 1983, éste fue el primer grupo de esta naturaleza en México.A lo largo de diez años, trabajaron realizando manifestaciones, exposiciones, conferencias, textos, participaciones en medios de comunicación, performance, curaduría, arte correo y, sobre todo –escribió al respecto Maris Bustamante—“crecimos mientras construíamos nuestras familias, nos divertimos muchísimo descubriendo que la realidad social y cultural es penetrable”.
Contexto
Los setenta fueron años profundamente complejos social y políticamente, marcados por la crisis incitada por la matanza de Tlatelolco. En el campo del arte, la situación sociopolítica “define un lenguaje plástico que busca la estrecha relación entre el pueblo, la política y el arte ”.
Luego del auge de la Generación de la Ruptura, en la década de los sesenta y setenta surgieron una serie de grupos artísticos en crítica abierta a esta corriente, al considerarla "elitista, apolítica y mercantilista". Dichos movimientos fueron conocidos como Los Grupos. Estas agrupaciones exploraron corrientes como el performance, el arte no objetual, y ocuparon soportes artísticos (objetos, fotocopias) y espacios de exhibición diferentes (calles, galerías alternativas).
En estos años, el movimiento feminista en México experimentó un renacimiento impulsado en su mayoría por mujeres universitarias, urbanas, de clase media y habitantes de la Ciudad de México. La primera organización feminista de esta segunda ola fue el Movimiento en Acción Solidaria (MAS, 1971) en la que militaron Mónica Mayer y Ana Victoria Jiménez. Surgieron luego el Movimiento Nacional de Mujeres (MNM, 1973), el Movimiento de Liberación de la Mujer (1974), el Movimiento Feminista Mexicano (MFM) y la Coalición de Mujeres Feministas, misma que en 1976 coordinaba al MNM, MFM, La Revuelta y el Colectivo de Mujeres. Dentro de todas estas organizaciones participaron artistas que “aportaron con su creatividad en las pancartas de las marchas y con acciones”.
Específicamente, “en México, el surgimiento del fenómeno del arte feminista grupal deriva, por un lado del proceso crítico cultural, abierto por el movimiento de liberación de la mujer y su influencia sobre algunas artistas; por otro, como resultado del curso de arte feminista (1982-1984) impartido por Mónica Mayer en la Academia de San Carlos (ENAP-UNAM)”.
Así, como consecuencia de estos encuentros, se forman tres importantes grupos de arte feminista en México : Tlacuilas y retrateras (1983-1984) integrado por Ruth Albores, Consuelo Almeda, Karen Cordero, Ana Victoria Jiménez, Lorena Loaiza, Nicola Coleby, Marcela Ramírez, Isabel Restrepo, Patricia Torres, Elizabeth Valenzuela y Mónica Mayer, cuyo proyecto visual más importante fue La Fiesta de Quince Años (1984); Bio- arte (1983-1984) conformado por Guadalupe García, Laïta, Rose Van Lengen, Roselle Faure y Nunik Sauret, cuyas creaciones oscilaban entre la pintura, el diseño de moda, la performance y el grabado ; y Polvo de gallina negra (1983-1993) cuyo trabajo gira en torno al cuestionamiento constante del rol de la mujer en México y la construcción de la imagen femenina en los medios de comunicación así como la denuncia de la violencia y el machismo.
Polvo de Gallina Negra (PGN)
En el texto “ Grupo Polvo de Gallina Negra 1983-1993” Maris Bustamante escribe que en el año de 1978 visitó el Museo de Arte Moderno en la Ciudad de México para ver la exposición Salón 77-78 Nuevas Tendencias y que la instalación de arte feminista “El Tendedero”, hecha por Mónica Mayer, la impresionó mucho. La pieza era un tendedero en el que colgaban papelitos en pinzas de madera en la que las espectadoras respondían a la pregunta “Como mujer, lo que más detesto de la Ciudad es …”, la respuesta fue apabullante: “al tener la oportunidad las mujeres hablaron en un museo sobre la violencia doméstica, la falta de respeto, el hostigamiento sexual y en general la discriminación clara y obvia que existe todavía en el sistema social mexicano. Esa fue la segunda vez que sentí el deseo de hacer algo artístico a través de una posición política feminista. La primera fue bastante dolorosa y fue cuando pude tomar distancia de los valores que aprendí en mi casa y entorno cultural inmediato, ya que como los valores eran tradicionales y verticales, decidí que por ser mujer, tenía que ayudarme para rebasar muchas trancas que hoy claramente definimos como de “procedencia de género”. Cuando empecé a trabajar conmigo y mi espectro de valores, entendí claramente que como yo, había millones”.Luego, en 1980, a propósito de un viaje a Europa en el que hablarían de arte en México y lo que estaba sucediendo con diferentes grupos, Mónica Mayer y Víctor Lerma entrevistaron al No Grupo. De acuerdo con Maris Bustamante, “ahí fue cuando las piezas se juntaron y nos empezamos a hacer amigas, después muy amigas y al final, creo que además de cómplices, hoy puedo decir que la considero como una hermana ”.
En un país de realidades atravesadas por una profunda guerra de clases, discriminación racial y valores legitimados desde la oligarquía, las mujeres seguían siendo excluidas y atacadas por el simple hecho de ser mujeres.