Se le llama pollo frito al plato compuesto por trozos de carne de pollo tierno, a veces enharinados o rebozados, y luego fritos.
El empanado añade una corteza exterior crujiente que evita la pérdida de los jugos pero también absorbe la grasa usada al freír. Lo que distingue al pollo frito de otras frituras de pollo es que habitualmente se corta por las articulaciones, dejando los huesos y la piel intactos. La piel crujiente bien condimentada, sin exceso de grasa, es el rasgo distintivo de un pollo bien frito.
Se puede aderezar con salsa tártara, kétchup o salsa picante.
Preparación
Normalmente el pollo frito no se hace con ejemplares enteros, sino cortándolos al menos en sus cuatro partes principales. Los cortes de « carne blanca» proceden de la parte delantera del animal (pechuga y alitas), donde las fibras musculares están menos desarrolladas. Los cortes de « carne oscura» proceden de la trasera ( cadera y patas), cuyos músculos se usan más frecuentemente.
Para preparar trozos de pollo para freír, pueden marinarse en suero de mantequilla, o simplemente mojarse en éste o en leche. Para evitar condiciones de fritura irregulares o peligrosas, los trozos de pollo se secan rebozándolos en harina o alguna sustancia similar para recubrir la carne y evitar que la grasa produzca salpicaduras en el aceite.