Fachada - rompecabezas en línea
Una fachada (del latín facies y del italiano facciata, " cara exterior") es, por extensión, cualquier paramento exterior de un edificio ; por omisión, cuando se habla de fachada, se hace alusión a la delantera o principal, y se indican más datos en caso contrario (fachada trasera, fachada norte, etc.)
La fachada es objeto de especial cuidado en el diseño arquitectónico, pues al ser la única parte del edificio percibida desde el exterior, muchas veces es prácticamente el único recurso disponible para expresar o caracterizar la construcción. La componente expresiva está tan arraigada en el concepto de fachada, que en ocasiones se hace referencia a la cubierta como la «quinta fachada» cuando ésta posee una intención estética.
Desarrollo histórico
Las fachadas a consecuencia del nacimiento de nuevos materiales y acabados han experimentado multitud de transformaciones a lo largo de la historia por su condición de soporte o lienzo para los distintos estilos arquitectónicos. Sin embargo, los cambios más profundos han sido consecuencia de la evolución de las técnicas constructivas.
Tradicionalmente, la fachada ha sido al mismo tiempo la estructura y el cerramiento del edificio, y por tanto la capacidad de abrir huecos para iluminar, ventilar o disponer de vistas al exterior ha sido limitada. El desarrollo histórico de la fachada ha sido pues una carrera tecnológica en pos de ampliar estos necesarios huecos.
El tamaño y disposición de los huecos han estado condicionados fundamentalmente por dos limitaciones: la capacidad para abrirlos ( evolución del muro de carga ) y la capacidad de protegerlos ( evolución del vidrio).
La tecnología del vidrio
Aunque está documentada la existencia del vidrio desde hace más de 5.000 años en Mesopotamia y Egipto, y a pesar de que el imperio romano lo difundiera por Europa ya en el 300 a. C., no se puede hablar de una utilización relevante de este material en la construcción hasta el siglo VII y la expansión árabe. A partir de entonces, la posibilidad de realizar grandes huecos en fachada empezó a generar un interés creciente.
En la antigua Roma, antes de la popularización del vidrio, se empleaba como acristalamiento el lapis specularis, un tipo de roca traslúcida de yeso del tipo de la selenita.