Evil Queen - rompecabezas en línea
Snow White and the Seven Dwarfs (conocida como Blancanieves y los siete enanitos en España y Blanca Nieves y los siete enanos en Hispanoamérica), es el primer largometraje de animación producido por Walt Disney y el primero incluido en el canon de Clásicos Disney. Se estrenó 21 de diciembre de 1937 en el Carthay Circle Theatre de Hollywood. La película es una adaptación del cuento de hadas homónimo que los hermanos Grimm publicaron en 1812, una historia profundamente arraigada en las tradiciones europeas.
Contrariamente a lo que a menudo se afirma, no es el primer largometraje de animación de la historia del cine, que se le atribuye al argentino Quirino Cristiani por su película El apóstol (1917). De todas maneras, Snow White and the Seven Dwarfs eclipsa a sus predecesores debido al impacto que suscitó en el público tanto de Estados Unidos como internacional. Considerado por muchos como una obra maestra, la película marca una nueva etapa en el terreno de la animación por las innovaciones técnicas y artísticas desarrolladas para esta película.
En 1989, la película fue considerada «cultural, histórica y estéticamente significativa» por la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos y seleccionada para su preservación en el National Film Registry. Forma parte de la lista AFI's 10 Top 10, liderando la categoría de animación.
En octubre del 2016, se confirmó que Disney planea un remake en «Live action» de la película.
Argumento
Había una vez una encantadora princesita llamada Blancanieves. Su malvada madrastra, la Reina Grimhilde, temía que Blancanieves la superara en belleza, y era por eso que la vestia con harapos y la obligaba a trabajar como sirvienta.
Cada día la Reina Malvada preguntaba a su espejo mágico: " Dime espejo una cosa, ¿Quién es en este reino la más hermosa?". Y al contestarle el espejo "Tú mi Reina eres la más hermosa" liberaba a Blancanieves de los crueles celos de su malvada madrastra, la Reina Malvada.
Un día la Reina Malvada consultó a su espejo, y este por primera vez le contestó:
-Bellisima eres tú Majestad, pero ¡Oh!