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El rinoceronte lanudo (Coelodonta antiquitatis) es una especie extinta de rinoceronte que fue común en Europa y el norte de Asia [1] durante la época del Pleistoceno y sobrevivió hasta el último periodo glacial, durante su apogeo, hace menos de 30 000 años. Su área de distribución se extendía desde el centro de España y el sur de Inglaterra hasta Mongolia y el sur de Siberia. El nombre del género Coelodonta significa "diente con cavidad". El rinoceronte lanudo fue un miembro de la megafauna del Pleistoceno.
El cavernícola de Pinhole es una figura del Paleolítico tardío de un hombre grabado en un hueso de costilla de un rinoceronte lanudo, hallada en Creswell Crags, en Inglaterra.[2]
Evolución
El rinoceronte lanudo estaba bien adaptado a su ambiente. Fue el último y más especializado miembro del linaje evolutivo de los rinocerontes del Pleistoceno. Los miembros cortos y su grueso pelaje lanudo le permitían vivir en el ambiente de estepa - tundra que prevalecía a través de la ecozona paleártica durante las glaciaciones del Pleistoceno. Como la vasta mayoría de los rinocerontes, el plan corporal del rinoceronte lanudo se ajustaba a una morfología conservadora, que había heredado de sus ancestros del Eoceno tardío.
Un estudio realizado con muestras de ADN de 40 000-70 000 años de edad mostró que su pariente vivo más cercano es el rinoceronte de Sumatra, que vive en el Sureste Asiático.[3]
Descripción
La apariencia externa de los rinocerontes lanudos es conocida a partir de individuos momificados de Siberia, así como de pinturas rupestres.[4] Un rinoceronte lanudo adulto medía generalmente entre 3 y 3,8 metros de longitud, con un peso estimado de 2721-3175 kilogramos.[1] El rinoceronte lanudo podía llegar a los dos metros de alto;[1] por tanto, su tamaño corporal era comparable o levemente mayor que el del actual rinoceronte blanco.[5] Tenía dos cuernos compuestos de queratina, con el cuerno anterior sobre la nariz alcanzando los 61 centímetros de longitud,[6] y un cuerno posterior más pequeño entre sus ojos. Los cuernos eran excepcionalmente largos y lateralmente aplanados, sobre todo el primero, que podía alcanzar un metro de longitud, tan diferentes de los de otros rinocerontes que cuando se descubrieron los primeros cuernos aislados y congelados en Siberia en el siglo XIX, fueron clasificados inicialmente como zarpas de aves gigantescas.[7] Tenía pelo largo y grueso, orejas pequeñas, patas cortas y gruesas, y un cuerpo robusto.