Diácono - rompecabezas en línea
Un diácono (del griego διακονος, diakonos, y luego del latín diaconus, « servidor ») es considerado un servidor, un clérigo o un ministro eclesiástico, cuyas calificaciones y funciones muestran variaciones según las distintas ramas del cristianismo. En las Iglesias católica, copta y ortodoxa se refiere así a aquel que ha recibido el grado inferior del sacramento del Orden Sagrado por la imposición de las manos del obispo,[Nota 1] y por lo tanto se le considera la imagen sacramental de Cristo servidor, en virtud de la Sagrada Escritura que especifica: «Porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos» ( Evangelio de Marcos 10, 45).
El diácono en la Biblia y en la historia de la comunidad cristiana
La epístola a los Filipenses, datada tentativamente de 54 a 61 d.C., se dirige a los episkopoi (que no son todavía los obispos actuales, sino los presbíteros y ancianos encargados de dirigir la comunidad ) y los diakonoi, es decir, los diáconos o asistentes (Filipenses 1:1). Esta mención de los presbíteros y los diáconos es considerada hoy como un antecedente embrional de la actual jerarquía.
El libro de los Hechos de los Apóstoles, datado de 60-70 d.C., narra la constitución por parte de los Apóstoles de los que podrían ser considerados los primeros siete diáconos de la Iglesia de Jerusalén.
Por aquellos días, al multiplicarse los discípulos, hubo quejas de los helenistas contra los hebreos, porque sus viudas eran desatendidas en la asistencia cotidiana. Los Doce convocaron la asamblea de los discípulos y dijeron: « No parece bien que nosotros abandonemos la Palabra de Dios por servir a las mesas. Por tanto, hermanos, buscad de entre vosotros a siete hombres, de buena fama, llenos de Espíritu y de sabiduría, y los pondremos al frente de este cargo; mientras que nosotros nos dedicaremos a la oración y al ministerio de la Palabra.» Pareció bien la propuesta a toda la asamblea y escogieron a Esteban, hombre lleno de fe y de Espíritu Santo, a Felipe, a Prócoro, a Nicanor, a Timón, a Pármenas y a Nicolás, prosélito de Antioquía; los presentaron a los apóstoles y, habiendo hecho oración, les impusieron las manos.
Este texto es discutido, porque la mayor parte de los teólogos de hoy no reconocen en la « institución de los Siete» la institución del diaconado como tal. Ireneo de Lyon, en torno al año 180, menciona a Esteban, uno de los siete, como diácono. Cipriano de Cartago y Agustín de Hipona opinan que el diaconado fue instituido en aquel momento, mientras que Juan Crisóstomo no lo admite.Estos siete hombres entran en función, al igual que los presbíteros, por la imposición de las manos.