Tal día no debe confundirse con el Memorial Day en el que la población recuerda a aquellos hombres y mujeres que fallecieron en combate.[1]
El Presidente Woodrow Wilson fue el primer político en declarar el 11 de noviembre de 1919 el Día del Armisticio tras firmar con Alemania el tratado que puso fin a la I Guerra Mundial en 1918.
Para nosotros, los estadounidenses, el día en el que se firmó el armisticio será recordado con orgullo por el heroísmo solemne de aquellos que dieron sus vidas por la patria y la victoria que nos hacen libres y por ello les agradecemos la oportunidad que nos brindan para que Estados Unidos vivan en paz y justicia entre las naciones.[2]
Siete años después el Congreso redactó una resolución por la que el 4 de junio de 1926 el Presidente Calvin Coolidge aprueba que el 11 de noviembre se celebren ceremonias.[2] El 13 de mayo de 1938 fue aprobada el acta constitucional: 52 Stat. 351; 5 U.S. Code, Sec. 87a por la que tal día cobra oficialidad según las leyes del Gobierno.[3]
Tras finalizar la II Guerra Mundial, el veterano Raymon Weeks, originario de Birmingham, Alabama sugirió que el Día del Armisticio incluyera a todos los veteranos de cualquier contienda. El General Dwight Eisenhower, el cual estuvo de acuerdo con la idea se encargó de que se crease el Día Nacional de los Veteranos. Weeks fue el encargado de liderar la primera celebración en 1947 hasta su fallecimiento en 1985 en su Estado natal. En 1982, Ronald Reagan homenajeó a Weeks con la Medalla Presidencial y le nombró el " Padre del Día de los Veteranos".
El miembro de la Cámara de Representantes: Ed Rees presentó una enmienda para que la festividad fuera aprobada por el Congreso siendo sancionado el 26 de mayo de 1954 por Eisenhower.[4]
El 1 de junio del mismo año el Día del Armisticio pasó a denominarse el de los Veteranos permaneciendo así a día de hoy.[5][6]
Al ser día nacional y festivo, los trabajadores y estudiantes tienen el día libre.