Una cordillera es una sucesión de montañas enlazadas entre sí ( mayor que la sierra ). Constituyen zonas plegadas o en fase de plegamiento. En los geosinclinales, o zonas alargadas situadas en los bordes de los continentes, se acumula un gran espesor de sedimentos; cuando estos materiales sufren una importante compresión debido a empujes laterales, se pliegan y se elevan dando lugar a la formación de cadenas montañosas. A este tipo pertenece la mayor parte de las grandes cordilleras continentales: el Himalaya, los Andes, los Alpes, entre otras. Además de las fuerzas internas del planeta, intervienen en el modelado del relieve agentes externos, como el viento o el agua, y procesos ligados al clima, a la vegetación y al suelo.
Orogenia
La orogenia es el tiempo durante el cual se forma una cadena montañosa o volcánica.
Las zonas elevadas y volcánicas pueden experimentar la erosión, dando por resultado zonas montañosas. La erosión producida por el agua y el hielo es la más significativa porque hace crecer la profundidad y forma de los valles, a la vez que deposita sedimentos en las zonas bajas.