Esta obra pertenece a la etapa orientalista de Gaudí (1883-1888), periodo en que el arquitecto realiza una serie de obras de marcado gusto oriental, inspiradas en el arte del Próximo y Lejano Oriente ( India, Persia, Japón ), así como en el arte islámico hispánico, principalmente el mudéjar y nazarí. Gaudí emplea con gran profusión la decoración en azulejo cerámico, así como los arcos mitrales, cartelas de ladrillo visto y remates en forma de templete o cúpula.
El edificio fue declarado Bien de Interés Cultural el 24 de julio de 1969 con la referencia RI-51-0003823, y Patrimonio de la Humanidad en 2005 con la referencia 320bis.
Gaudí recibió en 1880 el encargo de Manuel Vicens i Montaner para una segunda residencia veraniega de la familia, propietaria de una fábrica de cerámica. Ello queda de manifiesto en la fachada del inmueble, cuya decoración está basada precisamente en azulejos. Sin embargo, algunos autores indican que Manuel Vicens no era propietario de una fábrica de cerámica, sino corredor de Comercio.
Gaudí se encontraba en ese momento en el primer período de su carrera, que se caracteriza por la utilización de un lenguaje arquitectónico de gran simplicidad constructiva, en el que prima la línea recta sobre la línea curva. Estilísticamente corresponde con una etapa de influencia orientalista, donde las formas estructurales y ornamentales corresponden al gusto por el arte oriental, principalmente mudéjar, persa y bizantino, como se aprecia en otras obras suyas como los Pabellones Güell, las Bodegas Güell o El Capricho de Comillas.
En su realización, Gaudí contó con la ayuda de varios artesanos que serían habituales en sus obras, como el escultor Llorenç Matamala, el ebanista Eudald Puntí o el herrero Joan Oñós, así como el contratista Claudi Alsina.
La casa Vicens tiene un diámetro de 30 x 34,5 m, y estaba emplazada en un solar de 1035 m2, hoy día prácticamente reducido al volumen de la casa. Está estructurada en cuatro niveles o plantas, correspondientes a un subterráneo para ser utilizado como bodega, dos plantas con destino a vivienda (la primera con cocina, comedor y diversas salas, y la segunda para los dormitorios) y unas buhardillas para uso del servicio. En total, el edificio tiene una superficie de 698 m2. El abundante uso de cerámica en la fachada dota a la edificación de un fuerte colorido, siendo una de las características esenciales de la construcción. Ello le otorga un aire peculiar, que recuerda, a decir de algunos, las construcciones árabes.