Carmín - rompecabezas en línea
Carmín es un color intenso, algo purpúreo, semioscuro, que es específico del pigmento homónimo:una sal alumínica del ácido carmínico (C22H20O13) o, menos frecuentemente, del ácido quermésico.
En cosmética, reciben el nombre de «carmín» las pastas rojas y rojizas con que se fabrican los lápices de labios y polvos para el rostro.
Etimología
El término «carmín» proviene del latín medieval carminium, del árabe qirmiz, ‘ carmesí ’, y éste del sánscrito krimiga, ‘producido por insectos’, de krmi, ‘gusano, insecto ’. El vocablo latino fue influido por minium, ‘minio, cinabrio ’, supuestamente de origen ibérico.
«Carmín» comienza a usarse en idioma castellano en 1571, por vía del francés carmin.
Variedades del pigmento carmín
Carmín natural
De quermes
El carmín de quermes es uno de los pigmentos orgánicos más antiguos. La primera evidencia de su uso se atribuye a los sumerios, y fue usado como tinte para teñir y como pigmento a la laca en tiempos antiguos en Egipto, en Grecia y en Cercano Oriente. Se obtiene de las hembras de ciertas cochinillas, especialmente de las de la especie Kermes vermilio, que habita en Europa y en Medio Oriente. Estos insectos viven de la savia de varios árboles, pero históricamente se los ha cosechado principalmente del arbusto llamado coscoja o carrasquizo (Quercus coccifera), nativo de la Cuenca del Mediterráneo.
La sustancia colorante de las cochinillas quermes —el ácido quermésico— está dentro de sus huevecillos, que son numerosos y ocupan un buen volumen del cuerpo de las hembras. Por eso se recolectaba sólo a estas, y se realizaba la recolección en el momento del año en que estaban cargadas de huevos, tras lo cual se las desecaba. Durante ese proceso perdían dos tercios de su peso, adquiriendo el aspecto de pequeñas semillas, de allí que a este producto se le llamara «grana».
Pulverizando estas quermes secas se obtenía un pigmento en forma de polvo rojo, que a partir de la Edad Media sustituyó al escaso y costosísimo « púrpura de Tiro» usado en la antigüedad clásica para teñir telas.
El quermes era utilizado también como color para pintura artística, extrayéndosele a veces de recortes de paños de seda y de lana que habían sido teñidos previamente con este pigmento, que se recuperaban de los talleres de los sastres. Para esto se hervían los retazos en sosa cáustica y se les agregaba alumbre. Cuando se reducía el líquido, quedaba el pigmento bajo la forma de una laca carmín de hidróxido de aluminio. Aunque el color de esta laca era muy admirado, el pintor protorrenacentista Cennino Cennini desconfiaba de ella:
Se hace laca de tundiduras de paño rojo, que es hermosa de ver. Evítala porque suele contener grasa a causa del alumbre, y no dura nada ni con temple ni sin temple, y pierde el color enseguida. Guárdate de ella.
Este pigmento perdió importancia y fue cayendo en desuso al introducirse en Europa el carmín de la cochinilla americana, aunque la recolección del quermes continuó durante varios siglos.