El círculo cromático, o rueda de colores, es una representación ordenada y circular de los colores de acuerdo con su matiz o tono, en donde se representa a los colores primarios y sus derivados. Su uso es compatible tanto con los modelos sustractivos de color (artísticos, pictóricos), como con los modelos aditivos (lumínicos).
Los círculos cromáticos pueden representarse escalonados o en degradé (como en la imagen ). Los escalonados pueden tener cualquier cantidad de colores según el autor, por lo general son 12, 24, 48 o incluso más. El denominado hexagrama, por ejemplo, es una estrella que se coloca en el centro del círculo cromático, donde la cantidad de picos corresponde a cada color y se pueden mostrar los opuestos o complementarios.
Rueda de colores tradicional
Las ruedas de colores son antiguas, Alberti en su De Pictura (1436), usando la rueda de colores, pero también el rectángulo y el rombo, representó el sistema de cuatro colores primarios de su época: amarillo, verde, azul y rojo.
El modelo tradicional de coloración con los tres colores primarios rojo, amarillo y azul fue descubierto en el siglo XVII y desde entonces se han elaborado muchos trabajos, como el de Moses Harris que en 1766 elaboró un círculo cromático de 18 colores basándose en este modelo e incluyendo una mayor gama de colores al añadir los derivados claros y oscuros.
Este modelo tradicional, también llamado RYB (red-yellow-blue), se popularizó con el libro de Goethe, Teoría de los colores de 1810, el cual elaboró un círculo cromático con seis colores : amarillo, anaranjado, rojo, violeta, azul y verde, el cual sigue enseñándose en las artes plásticas y artes gráficas, a pesar de que su uso empírico puede presentar serios inconvenientes o imprecisiones en la composición de color.
Según el modelo tradicional, los colores pigmento opuestos son: