Tradicionalmente asociada a la vestimenta popular de algunas regiones europeas (en especial en Francia y gran parte de España ), complemento oficial en el traje típico de las Tierras Altas de Escocia, y tocado frecuente en la indumentaria militar, la boina, como tocado masculino, con o sin borla de adorno, ha generado una amplia tradición cultural. Asimismo, pero en un contexto concreto, la boina quedó asociada a lo largo del siglo xx a la bohemia artística francesa, en especial la parisina y más tarde a la estética existencialista. También puede mencionarse su protagonismo en la iconografía del Che Guevara, como " icono de la postmodernidad".
Boucher, en su Historia del traje en Occidente, menciona "una especie de boina de rayas" como tocado de una estatuilla cretense de terracota representando una figura femenina con " falda ceñida a la cintura y mucho vuelo ". Muchos siglos después, el mismo autor comenta un retrato anónimo de la duquesa de Durás hacia 1823, describiendo un tipo de turbante similar a la boina alta escocesa. Se anota asimismo en el glosario de este manual, su posible relación con el birrete de la Edad Media y como, sin embargo, cuando este tipo de tocado se pone de moda durante el periodo romántico, se remite su origen al tocado tradicional bearnés, a pesar de tener poco en común. Finalmente, Boucher y sus colaboradores la relacionan con la boina marinera y la denominación de " gorra ".
Existen diversos tipos o variantes de la popular boina escocesa. La más antigua es quizá el bluebonnet (bonaid en gaélico), cuya escarapela y plumas identifican el clan y la posición del usuario, considerándose parte del traje nacional escocés y símbolo patriótico. Otros modelos tradicionales son: la boina shanter (cantada en un poema de Robert Burns) y el kilmarnock, con su típico gran pompón o borla encarnada en el centro de su parte superior.
En las guerras carlistas los diferentes colores indicaban el grado militar, los oficiales las llevaban rojas, los soldados de infantería color azul y los de caballería blanca; tenían además un botón de metal de adorno en el centro sujetando una borla larga que colgaba en el conjunto de su perímetro. Su uso y simbolismo fue recuperado y continuado por los requetés durante la Guerra Civil española.
En el País Vasco la boina, como prenda de larga tradición en una cultura tradicionalista, se utiliza como distinción de campeón en competiciones y eventos culturales, recibiendo el ganador el título de txapeldun (derivado de txapela, " boina " y -dun, "el poseedor de algo").
Antiguamente se hacían a mano y de una sola pieza como las medias, después se fabricaron con telares circulares de los empleados para fabricar género de punto y más tarde mecánicamente con telares rectilíneos para dicho género, pero en varias piezas en forma de sectores circulares que con máquinas especiales se cosen formando una sola pieza. La boina al salir del telar en mucho mayor que después de acabada, reduciéndose por la contracción que produce el fieltrado. Este se verifica en un batán usual trabajándose una porción de boinas a la vez, por lo que salen algo diferentes de medida y esto obligará a una clasificación posterior. Se fabrican de varios colores, pero los más generales son negro y azul (este en dos tonos diferentes).