La transformación del metal en Mesoamérica, especialmente de oro, plata y bronce, ya se había desarrollado al momento que los españoles arribaron a la Nueva España concentrándose dicho avance en los estados de Michoacán, Oaxaca y Guerrero. La minería y el trabajo de los metales, se tiene la creencia de que tuvieron su influencia de culturas mesoamericanas provenientes del sur. El trabajo del metal fue principalmente de oro, plata, estaño y plomo, sin embargo hubo también trabajo de cobre en la región conocida al día de hoy como Michoacán. El oro se obtenía generalmente en polvo o granulados y se encontraba en los ríos y arroyos de diferentes sitios a lo largo de la república como lo son: Guerrero, Oaxaca, Michoacán, la Mesa del Centro y la región maya. Debido a que la plata no era tan sencilla de encontrar, se trabajaba de manera exclusiva.
En la época prehispánica, los metales eran utilizados para crear pinzas, clavos, agujas, armas e instrumentos musicales ; sin embargo, los usos más importantes, especialmente para el oro y la plata, era la joyería la cual usaba la elite social y de igual manera se utilizaban como ofrendas para los dioses. El oro y la plata eran trabajados con instrumentos como el martillo, planchas y moldes. Una técnica utilizada en la época prehispánica era martillando el metal hasta que quedara plano y posteriormente hacer un diseño para finalmente poner sobre madera o cuero el diseño hecho en el metal, sin embargo a veces era utilizado para escudos La plata era menos utilizada en la época prehispánica y no era considerado como una buena ofrenda o tributo. No tenía el mismo valor divino que el oro tenía. El uso del cobre era exclusivo para el Imperio Tarasco en lo que ahora es el estado de Michoacán cuando los españoles llegaron.
Los productos realizados de cobre incluían hachas, azadas, guadañas, punzónes, cinceles, agujas, alfileres, puntas de flecha, broches, bastones, asas, cascos, escudos y campanas pequeñas.
De acuerdo con la historia, uno de los primeros regalos que recibió Hernán Cortés de Moctezuma II fue un par de platos, uno de oro y el otro de plata, los cuales representaban el sol y la luna respectivamente. El hecho de que existiera oro y plata en México era una de las principales atracciones para los españoles en el Nuevo Mundo, es por eso que se conquistó el Imperio azteca y se hicieron exploraciones posteriores, con el objetivo de encontrar más de éstos metales.