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Ello, yo y superyó son conceptos fundamentales en la teoría del psicoanálisis con la que Sigmund Freud intentó explicar el funcionamiento psíquico humano, postulando la existencia de un «aparato psíquico» que tiene una estructura particular. Sostuvo que este aparato está dividido, a grandes rasgos, en tres instancias: el ello, el yo y el superyó, que sin embargo comparten funciones y no se encuentran separadas físicamente. A su vez, gran parte de los contenidos y mecanismos psíquicos que operan en cada una de estas entidades son inconscientes.

Si bien la idea general de que la mente no es algo homogéneo tiene amplia aceptación, tanto dentro como fuera del campo de la psicología, es también una idea controvertida. En particular hay detractores de la teoría de que el psiquismo se divida en estos tres componentes.​

Origen y diferencias en la terminología

En algunas publicaciones en el idioma español se puede encontrar los términos ello, yo y superyó en latín, como id, ego y superego, respectivamente. Estas formas fueron adoptadas en un principio por James Strachey en su traducción de la obra de Freud al inglés, titulada Standard Edition y publicada entre 1953 y 1974. Los términos originales utilizados por Freud se encuentran en idioma alemán : das Es, das Ich y das Über-Ich —respectivamente, el ello, el yo y el superyó (literalmente sobre yo )—. Freud tomó prestado el término "das Es " de Georg Groddeck, un médico alemán por cuyas ideas no convencionales Freud estuvo muy atraído (los traductores de Groddeck traducen el término desde el inglés como «el ello»).​

Las tres instancias

En Esquema del psicoanálisis ( 1940 ), Freud reconoce la satisfacción de las necesidades congénitas como “el genuino propósito vital del individuo”, el cual halla un medio de expresión en el poder del ello. La conservación de la vida y la evitación de los peligros no se cuentan, pues, entre las competencias de tal instancia, sino que corresponden al yo, encargado, por lo mismo, de velar por que las satisfacciones a las que presta consentimiento no expongan la seguridad del individuo a un excesivo riesgo. Por su parte, el superyó participa en la restricción de tales satisfacciones y en eso radica su función más importante.​

El ello

Su contenido es inconsciente y consiste fundamentalmente en la expresión psíquica de las pulsiones y deseos.

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