La potencia eólica en funcionamiento en agosto de 2011 alcanzaba los 1.630 Megawatios (MW), repartidos en 60 parques eólicos, según datos del Servicio Territorial de Industria, Comercio y Turismo de la Junta de Castilla y León en Burgos, convirtiéndose así en la provincia de Castilla y León con mayor implantación eólica y en una de las mayores de España. Esta potencia instalada es capaz de producir del orden de 3,5 millones de MWh, lo que representa más de una vez y media el consumo total de electricidad de la provincia de Burgos, simplemente a efectos comparativos. El mayor crecimiento se ha producido en los últimos años, desde los 88 MW instalados a finales del 2001, hasta los actuales, pasando por los 773 MW registrados a finales de 2006. Se espera que dicha potencia siga creciendo en los próximos años aunque tal vez a menor ritmo, condicionada a las posibilidades de incorporación de nuevas unidades de producción al sistema eléctrico nacional, a su vez materializada por las preasignaciones a nuevos parques, mecánica competencia del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio.
La potencia eólica acumulada en España en el verano de 2011 era de 21.200 MW, aportando la provincia de Burgos más de un 7%, y un 33% de la instalada en Castilla y León (4900 MW), comunidad actualmente líder en España en energía eólica.
Aunque el Plan Eólico de Castilla y León data del año 2000, por lo que podríamos decir que hoy ha quedado ampliamente superado en lo que a previsiones se refiere, puede ser interesante hacer un recordatorio de su mecánica de trabajo. En una primera fase se buscó seleccionar las zonas que poseen mayor potencialidad de aprovechamiento eólico, cartografiándolas y escogiendo las más viables técnica y económicamente para su explotación, para posteriormente considerar los factores medioambientales y técnicos que llevan aparejados y sus posibles efectos.
De la superposición de ambos factores genera tres alternativas denominadas: Conservacionista, sostenible y desarrollista, según se haga primar la protección ambiental o los aspectos socioeconómicos y técnicos.