Refiere el primer libro de la Torá (conocida en el mundo occidental y especialmente en ambientes cristianos como Pentateuco) que Adán fue creado por Dios proveniente del polvo de la Tierra, a su misma semejanza, para gobernar la Tierra. La Biblia declara que de una costilla tomada del hombre ( Adán ) Dios creó a una mujer (Eva). Siempre según la narración bíblica, Adán y Eva recibieron de Dios mandamiento de fructificar y multiplicarse, llenar la Tierra y gobernarla. Dios puso a Adán y su esposa Eva en el huerto del Edén, dándole mandamiento de no comer del « árbol de la ciencia del bien y del mal» para no morir. Pero Moisés, autor del libro de Génesis, relata que una astuta serpiente (Satán) engañó a Eva, la cual comió del fruto prohibido, viendo que era « bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría », dándole también a su marido. Observando Dios aquel panorama, no le agradó, y decidió echar a Adán y Eva del huerto de Edén, Dios entonces dijo a Adán : «Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás». La narración bíblica continúa narrando la vida de Adán y Eva fuera del jardín de Edén. Cuenta que tuvieron hijos, Caín, Abel y Set y otros tantos, y que Adán murió a la edad de 930 años.
La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (conocidos en el mundo como mormones) sostiene que Adán y el Arcángel Miguel son el mismo individuo.
Miguel, el Arcángel, luchó contra los ángeles de aquella “serpiente antigua” o “dragón” (Satanás, El Diablo ) y los expulsó a la tierra al finalizar la batalla en el cielo durante la existencia premortal.
Según varias de sus escrituras modernas, Miguel nació en esta tierra como hombre : “ Adán, el padre de todos, el príncipe de todos, el anciano de días”.
Los miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días también consideran a Adán como el primero de entre todos los profetas sobre la tierra, además de ser el primer hombre, padre y patriarca de la raza humana en la tierra.
CIERTAMENTE, a Dios exaltó a Adán, a Nuh, a la Casa de Abraham y a la Casa de Imrán sobre toda la humanidad, (Aal-i-Imraan: 33)
¿ No os ordené, Oh hijos de Adán, que no adoraseis a Satán –ya que, en verdad, es un enemigo declarado vuestro -- (Yaseen: 60)
Y, EN VERDAD, impusimos antaño Nuestro mandamiento a Adán ; pero lo olvidó, y no hallamos en él firmeza de propósito. (Taa-Haa: 115)
Pues [así fue:] cuando dijimos a los ángeles: “¡Postraos ante Adán !” –se postraron todos, excepto Iblís, que se negó [a hacerlo]; (Taa-Haa: 116)
Ciertamente, para Dios, la naturaleza de Jesús es como la naturaleza de Adán, a quien Él creó de tierra y luego le dijo: "Sé" --y es. (Aal-i-Imraan: 59)
y entonces dijimos: “¡Oh Adán ! En verdad, este es un enemigo tuyo y de tu esposa : no dejéis que os expulse del jardín y te haga desgraciado.